Language Profile: Native Speaker of Spanish
Country of Origin: Mexico
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Country of Origin: Mexico
Yo crecí en Cuernavaca, en México. Y Cuernavaca es una ciudad que está muy cerca de la Ciudad de México, pero es una ciudad que tiene la particularidad de tener un clima muy bueno y de estar, como digo, muy muy cerca de la Ciudad de México. Está como a 45 minutos en coche. Entonces es una ciudad donde generalmente algunas personas de la Ciudad de México van como de fin de semana o tienen casas de fin de semana y tienen albercas y van a nadar y a pasar el día, o a pasar el fin de semana porque tiene un clima muy bueno.
Entonces yo tengo muchos recuerdos de Cuernavaca y de mi infancia en Cuernavaca, pero curiosamente de momentos antes de que yo viviera en Cuernavaca, de que mi familia se mudara a Cuernavaca, porque hasta los como 8 años más o menos vivíamos en la Ciudad de México e íbamos a Cuernavaca a casa de mis primos. Entonces pasábamos mucho, mucho tiempo en el jardín de mis primos, al punto de que yo pensaba que Cuernavaca era ese jardín exclusivamente y jugaba muchísimo, ahí jugaba con todos mis primos, porque además la casa de mis primos y de mis tíos, en realidad, era un condominio. Entonces había muchas otras familias que se conocían y que habían decidido invertir en esas casas y en ese condominio entre grupos de familias que eran amigas. Entonces había muchos otros niños. Siempre íbamos a ir a jugar y jugábamos con mis primos y con los otros niños de las otras familias y teníamos muchos juegos, muchos juegos, por supuesto, en la alberca de perseguirnos en las escondidas, lo típico. Y recuerdo un juego en particular que empezó en un poco por esta… yo creo que por esta tradición que hay en México como de celebrar la muerte y de la muerte como un juego, como una experiencia lúdica. Y entonces mis primos y yo empezamos a recolectar en el jardín, porque era un jardín muy grande, y en la alberca, cadáveres de insectos. Nos encontrábamos a lo mejor una rana flotando en la alberca o una cochinilla, que jugábamos con las cochinillas que son estos bichitos que se hacen bolita. No sé si aquí también. Bueno, jugábamos con las cochinillas y cuando las encontrábamos muertas recopilábamos los insectos y los enterrábamos. Entonces con mis primos hicimos un pequeño cementerio y hacíamos las lápidas con piedras y escribíamos sobre las piedras y poníamos alrededor de las tumbas. Los pequeños, como montículos de tierra, los rodeábamos de piedritas más pequeñas que íbamos buscando en el jardín. Y entonces un poco todos los días se convertían en una especie de contribución al cementerio. Todos los días estábamos buscando o piedritas para poner alrededor de las tumbas o piedras más grandes para las lápidas o flores. Había unos como ramilletitos de flores pequeñitos, pequeñitos, que convertíamos en pequeños ramos para poner sobre las tumbas y las lápidas. Y luego llegó un momento en que el juego nos tenía como tan consumidos que empezamos a matar a los insectos. Entonces, en lugar de solamente buscar cadáveres, buscábamos insectos para matarlos y poder enterrarlos. Entonces el juego tomó un giro bastante perverso y tétrico. Pero recuerdo mucho eso, y eso te lo menciono ahora porque está en esta novela. Hay una escena específicamente sobre el cementerio de insectos, que es como una serie de imágenes que yo tengo como muy, muy frescas, porque jugábamos mucho a eso y duraba. Bueno, ahora lo recuerdo como si hubiéramos pasado incluso años jugando a eso. Tal vez fue un solo verano, pero yo lo recuerdo como si hubiera sido muchísimo tiempo.