Language Profile: Native Speaker of Spanish
Country of Origin: Mexico
Language Profile: Native Speaker of Spanish
Country of Origin: Mexico
Mi padre nació y creció en México. Mi madre es española. Nació y creció en España. Y mis abuelos, los cuatro, eran españoles, y los cuatro eran del mismo pueblo en España. Y un poco ese origen compartido fue la causa de que mis padres eventualmente se conocieran y se casaran. Entonces, para mí siempre ha sido como, no diría que tengo una identidad dividida en absoluto, pero sí, digamos, algo que me permitía absorber de diferentes fuentes. Y sí es cierto que crecí por lo mismo, porque no solo por mi madre, sino también por mis abuelos, como en una casa un poco atípica. Mis abuelos fueron, mis abuelos paternos llegaron a México exiliados de la guerra civil española, y tanto mi padre como mis tíos crecieron en México, pero en una especie de pequeña España. Iban a un colegio para hijos de exiliados al que después también fueron mis primos. Se relacionaban con muchos otros españoles descendientes del exilio. Entonces esa presencia un poco del exilio republicano siempre estuvo presente en mi vida, como un conocimiento desde que era muy niña, de la guerra, de la herencia de la guerra, de lo que habían pasado mis abuelos. Mi abuelo estuvo en un campo de concentración antes de llegar a México, en uno de los campos que había en Francia. Mi abuela estuvo, estuvieron separados mucho tiempo. Entonces un poco esa historia repetida. A nosotros, incluso de niños, es algo que creo que me marcó. Me marcó, digamos, incluso también en mis búsquedas intelectuales. Mi tesis doctoral, por ejemplo, tiene que ver un poco con esa herencia de la guerra y cómo se transmiten todos esos momentos, como la herencia traumática de la guerra, por un lado. Por otro, mi casa, digamos otra vez mi familia nuclear, era una casa también atípica, porque era una casa donde todo el tiempo mis padres veían a lo mejor Televisión Española, donde la comida era distinta que las comidas de mis amiguitos porque comíamos gazpacho en casa a lo mejor o paella, pero luego se combinaba porque también obviamente no era, digamos, no era que mis padres estuvieran no quisieran como adaptarse a México, al contrario.
Entonces era como una mezcla cultural muy rica. Entonces eso es algo que a mí creo que, eso, que enriqueció mucho mi infancia, porque entonces yo tenía muchísimos elementos de comida, de música, de películas, de todo, tanto de España como de México, e incluso a nivel de lenguaje. Tenía muchas palabras porque tenía las palabras de mi papá, las palabras de mi mamá, las palabras de mis abuelos. O sea, creo que eso sin duda enriqueció muchísimo mi infancia.
Mi padre nació y creció en México. Mi madre es española. Nació y creció en España. Y mis abuelos, los cuatro, eran españoles, y los cuatro eran del mismo pueblo en España. Y un poco ese origen compartido fue la causa de que mis padres eventualmente se conocieran y se casaran. Entonces, para mí siempre ha sido como, no diría que tengo una identidad dividida en absoluto, pero sí, digamos, algo que me permitía absorber de diferentes fuentes.
Y sí es cierto que crecí por lo mismo, porque no solo por mi madre, sino también por mis abuelos, como en una casa un poco atípica. Mis abuelos fueron, mis abuelos paternos llegaron a México exiliados de la guerra civil española, y tanto mi padre como mis tíos crecieron en México, pero en una especie de pequeña España. Iban a un colegio para hijos de exiliados al que después también fueron mis primos.
Se relacionaban con muchos otros españoles descendientes del exilio. Entonces esa presencia un poco del exilio republicano siempre estuvo presente en mi vida, como un conocimiento desde que era muy niña, de la guerra, de la herencia de la guerra, de lo que habían pasado mis abuelos. Mi abuelo estuvo en un campo de concentración antes de llegar a México, en uno de los campos que había en Francia. Mi abuela estuvo, estuvieron separados mucho tiempo. Entonces un poco esa historia repetida. A nosotros, incluso de niños, es algo que creo que me marcó. Me marcó, digamos, incluso también en mis búsquedas intelectuales. Mi tesis doctoral, por ejemplo, tiene que ver un poco con esa herencia de la guerra y cómo se transmiten todos esos momentos, como la herencia traumática de la guerra, por un lado. Por otro, mi casa, digamos otra vez mi familia nuclear, era una casa también atípica, porque era una casa donde todo el tiempo mis padres veían a lo mejor Televisión Española, donde la comida era distinta que las comidas de mis amiguitos porque comíamos gazpacho en casa a lo mejor o paella, pero luego se combinaba porque también obviamente no era, digamos, no era que mis padres estuvieran no quisieran como adaptarse a México, al contrario.
Entonces era como una mezcla cultural muy rica. Entonces eso es algo que a mí creo que, eso, que enriqueció mucho mi infancia, porque entonces yo tenía muchísimos elementos de comida, de música, de películas, de todo, tanto de España como de México, e incluso a nivel de lenguaje. Tenía muchas palabras porque tenía las palabras de mi papá, las palabras de mi mamá, las palabras de mis abuelos.
O sea, creo que eso sin duda enriqueció muchísimo mi infancia.